Vivimos en una época con grandes avances en materia de comunicación; esto, precisamente por el hecho de que el internet ha permitido conectar individuos de todo el mundo sin necesidad de moverlas del sitio en que se encuentran. El correo electrónico, los juegos en línea y las redes sociales son apenas algunas de las formas más comunes en que las personas logran comunicarse. Estas han trascendido con el pasar del tiempo, y se han trasladado a nuestros dispositivos móviles.
Facebook, Twitter, Instagram, Dropbox, Whatsapp… todas son aplicaciones que pueden instalarse en nuestros teléfonos inteligentes en la actualidad. Por lo general, nos referimos a ellas como Apps, haciendo alusión al mismo término en idioma inglés: Applications. Estas permiten realizar diferentes tareas en nuestros dispositivos, las cuales van desde el ocio hasta laborales y académicas.
Sin embargo, estas tienen una característica a la que hemos estado habituados durante mucho tiempo. Su objetivo, estructura y funcionamiento dependen únicamente de un ente central, y cualquier cambio que este decida ejecutar en la misma, deberá ser acatado por los integrantes. En pocas palabras, podemos decir que son centralizadas.
Pero ahora entremos un poco en el tema de interés, que son las criptomonedas. Uno de los rasgos más representativos de ellas es que su estructura y funcionamiento no dependen de un solo individuo o entidad central, como pasaba con las anteriores, y esto es gracias a su columna vertebral conformada por la blockchain o cadena de bloques.
La tecnología blockchain ha sido aclamada como un gran avance de nuestra época, aunque muy pocos saben que esta en realidad es más antigua y data de los años 90’s. Simplemente, la llegada del Bitcoin y otras criptomonedas durante esta década la ha dado a conocer y ha despertado el interés en ella. ¿La razón? Como ya dijimos: la descentralización. Se trata de una cadena de bloques que funciona como libro contable en la cual se registran todas las transacciones realizadas a través de un consenso.
La blockchain y las monedas digitales han dado pie a muchas nuevas ideas para perfeccionar las operaciones económicas hoy en día. Un caso especial lo representan las DApps, las cuales conforman un tipo de aplicación que está dando mucho de qué hablar. En el siguiente artículo explicamos qué son, cómo funciona, su clasificación y su relación con los tokens.
¿Qué son las DApps?
Empezaremos con un poco de etimología. Tal como e-mail (electronic mail), para el caso de correo electrónico, DApps es un acrónimo que se refiere al término inglés Descentralized applications, o bien, aplicaciones descentralizadas. Así que partiendo de ello, podemos definir las DApps como aplicaciones cuya operación no depende por un sistema central, sino por todos los integrantes de la comunidad.
Sin embargo, esto es quedarse corto con relación a todo lo que podemos decir sobre ellas. Las Dapps son aplicaciones descentralizadas, de código abierto, que funciona de acuerdo a un protocolo basado en incentivos para los integrantes de la misma. De modo que para poder ser consideradas como tal, estas deben cumplir con estos cuatro requisitos que, como veremos, guardan una estrecha relación entre sí.
Código abierto
Para poder ser considerada como una Dapp, uno de los requisitos primordiales es que esté programada bajo un código de fuente público, con el fin de garantizar que los datos contenidos en ella estén disponibles para todos los usuarios de la misma. De igual forma, esto les permitirá hacer modificaciones y mejoras a través de un mecanismo de consenso del cual hablaremos a continuación.
Protocolo: prueba de consenso
Como hemos dicho, el mundo de las criptomonedas y cualquier cambio que desee hacerse en la estructura de la red de una de ellas, deberá ser aprobado previamente por todos los integrantes de la misma.
Tomemos como ejemplo, la blockchain. Sabemos que esta ejerce la útil función de libro contable en el cual se registran todas las transacciones de bitcoins que han sido previamente verificadas. Para ello, los mineros deben resolver un problema matemático complejo, con el cual podrá añadirse un nuevo bloque de registro a la cadena. Toda la comunidad del Bitcoin está al tanto de ello, y una vez culminado dicho proceso, quien lo haya resuelto primero, recibirá una recompensa. Para quienes deseen aprender un poco más, todo esto ha sido explicado con lujo de detalles en nuestro artículo Criptomonedas para Principiantes: Minería, Mineros y Hashes, ¿qué son?
Todo ello engloba un protocolo que permite probar que todo el proceso de verificación en verdad se hace, y esto es lo que conocemos como mecanismo o prueba de consenso. La misma involucra el trabajo de los mineros, la generación de criptomonedas o tokens que a su vez representarán la recompensa por el mismo dicha verificación.
ICO supuestamente respalda por la realeza, recauda fondos para blockchain y una película
Encriptación por blockchain
Toda la información relativa al funcionamiento de la aplicación debe ser almacenada bajo un mecanismo criptográfico como la blockchain, la cual, como ya sabemos, se caracteriza por la democracia, transparencia y seguridad.
Descentralización
Y, por supuesto, todas las características explicadas ya desembocan en la principal, que es la descentralización, a la cual deben su nombre. Las Dapps funcionan de manera autónoma, no hay un ente que las administre. De esta forma, son los mismos usuarios quienes se encargan de su funcionamiento a través de los mecanismos de consenso ya mencionados y el código abierto bajo el cual están programadas.
¿Cómo funcionan las DApps?
Con todo lo dicho hasta el momento tenemos recursos suficientes para entender el funcionamiento de las DApps. Su carácter descentralizado, el código abierto, las pruebas de consenso y el registro en la cadena de bloques las convierten en una herramienta excepcional en el medio.
Y es que su código de fuente público permite ser modificada a partir de los aportes de cada uno de sus usuarios. Con ello, puede garantizar el avance y mejoramiento de la aplicación. Las pruebas de consenso funcionan como incentivo, no solo para el mejoramiento del programa como tal, sino por la recompensa que obtienen los entes implicados por determinada operación, resultando en la generación de tokens. Por supuesto, todo ello queda registrado bajo la encriptación de la cadena de bloques, confiriéndole seguridad y confiabilidad. Con ello, se tiene una aplicación que funciona de manera independiente de externos.
¿Cómo se clasifican las DApps?
Ahora bien, ya que hemos aclarado el concepto de DApps, sus características y su funcionamiento, pasaremos a conocer su clasificación. De acuerdo al tipo de blockchain (cadena de bloques), las aplicaciones descentralizadas pueden ser: tipo I, tipo II y tipo III.
Tipo I
Las Dapps tipo I son aquellas que poseen su propia cadena de bloques, y la más famosa y antigua es el Bitcoin, seguida por Ethereum. No obstante, también podemos mencionar numerosas altcoins como Litecoin, Dash, Monero, entre otras.
Tipo II
Las DApps tipo II son aquellas que utilizan la cadena de bloques de las Dapps tipo I, por lo que son dependientes de estas últimas. Sin embargo, pueden funcionar utilizando tokens propios o tokens de la cadena con la que funcionan.
El ejemplo más representativo de una aplicación descentralizada tipo II es Omni Layer, una Dapp desarrollada para el comercio con monedas digitales, programada a partir de la cadena de bloques de la red Bitcoin. Otro ejemplo es Raiden Network, la cual funciona con la blockchain de Ethereum, y cuya principal función es facilitar y apurar las transacciones de manera más o menos independiente de dicha cadena.
Tipo III
Y por último, tenemos las Dapps tipo III, que tal como ocurren con el caso anterior, utilizan la cadena de bloques de las aplicaciones tipo II, bien sea utilizando los tokens de esta o generando los tokens propios.
Entre los ejemplos, podemos mencionar Safe Network, que se apoya en Omni Layer, una Dapp tipo II, para generar la Safecoin, su propia criptomoneda, la cual también tiene aplicaciones para almacenamiento distribuido. Por otro lado, la µRaiden (micro raiden) que trabaja en base a la ya mencionada Raiden Network para llevar a cabo pagos unidireccionales en una red de pagos bidireccionales.
Puede que en este punto resulta difícil de entender, pero veámoslo de la forma siguiente. Las DApps tipo I son similares a un sistema operativo, como Windows o Linux, gracias al cual podemos ejecutar programas como Microsoft Word, Excel, Power Point, Paint, entre otros, que serían las DApps tipo II. Algunas veces, necesitaremos de alguna característica extra en estos, que podemos instalarle adicionalmente, y estas serían similares a las DApps tipo III.
ICOs y Tokens, ¿cómo es el manejo de estos conceptos en las DApps?
Recordemos que las ICO’s son ofertas iniciales de monedas, una forma de recolectar fondos para la ejecución de proyectos. De modo que, las Dapps generan tokens que pueden ser vendidos en determinada ICO a cambio de otras monedas digitales, como BTC, ET, LTC, entre otras. De esta forma, puede recaudarse el dinero para desarrollar y favorecer la actividad del proyecto en cuestión.
Para participar, simplemente deberemos ingresar a la ICO de nuestro interés y leer toda la información técnica referente a la misma. Esto es sumamente importante, pues recordemos que estos proyectos, aun al ser respaldados por grandes personalidades, conlleva un alto riesgo de fracaso.
En este sentido, resulta de gran utilidad conocer qué tipo de billetera solicitan y, más aún, la moneda en la que se comprarán los tokens. Además, seguirlos en todas las redes oficiales y mantenerse al tanto de todas las noticias relativas.
Este articulo viene del feed de Coincrispy, puede ver la noticia original en este link https://www.coincrispy.com/2018/08/26/dapps/. SomosExpanse es un medio para compartir informacion, Derechos y opiniones son ajenas a SomosExpanse.comPublicado desde SomosExpanse.com : https://somosexpanse.com/conoce-las-dapps-que-son-y-como-se-clasifican/