Abro mis ojos, mi vista hacia el cielo, lo noto más despejado y brillante de lo normal, giro y lo observo en su inmensidad como si se tratara de la primera vez, sonrío como un niño inocente y no sé por qué. ¿Qué tiene de distinto este día de otros?, ¿Por qué se siente diferente a los demás?. El clima está curiosamente agradable, es raro en un sitio al cual la temperatura habitual es de 34° en adelante y el sudor es a borbollones.
Bajo mi mirada, veo la calle y está extrañamente limpia, o al menos lo que he notado, comienzo a caminar y a mi alrededor veo gente de buen semblante, saludan y se hablan educadamente, se les ve sonrientes, en las calles los conductores detienen su vehículos al paso de peatones -me llama la poderosamente la atención una de las matrículas TB145- a la vez que cada señalización es respetada, una expresión mezclada entre extrañeza y satisfacción es notable en mi rostro.
A medida que continúo el paso, me percato de una cosa que no había visto en una de las paredes de esa calle, algo que no concordaba, me preguntaba casi perplejo:
¿Qué será esto?
Aquellos hermosos y pintorescos murales no estaban, no, fueron cubiertos con unas grandes, lúgubres y grises calaveras y me volvía a preguntar casi afirmando:
¿Será en conmemoración a los caídos del año pasado?
¡Quién sabe! Preferí continuar mi camino con esa incomodidad, aquella incógnita que no dejaba de dar vueltas en mi cabeza, cruzo a la intersección por alguna razón debía comprar un vino, inexplicablemente al entrar en la tienda solo veo una sola marca Cometa, nunca la había visto antes, el tendero muy amablemente me dijo que era la única disponible pero no dejaba de ser «especial», pues acepto la recomendación, pago, y me retiro.
Sin fijarme al cruzar la calle, el mismo vehículo con la matrícula TB145 me llega violentamente, caigo sobre el asfalto y pierdo el conocimiento.
Despierto de golpe, todo agitado, jadeando y sudado. ¡Fue todo un sueño!, me decía como si eso me calmara de lo que estaba por venir, aún sin noción del tiempo camino automáticamente hacia mi televisor y lo enciendo, está la señal de emergencia ¡No puede ser!, voy hacia la ventana y miro hacia abajo del apartamento y todo era conmoción, confusión y desespero, un color naranja rojizo muy intenso se veía claramente en el cielo.
¡Mierda! Y me levanté tarde, ya no habrá refugio. Habían informado que para la primera semana de noviembre de este año chocaría ese asteroide en esta zona.
Me visto y recojo lo que puedo para salir lo más rápido posible, de repente esa intensa luz se opaca, todo se vuelve tenue y gris, eso me alerta y voy a la cocina por mis llaves para salir, no pude ni llegar a la puerta, atónito me quedé a lo que mis ojos veían, caí de rodillas.
¡Mamá, eres tú!
Mis lágrimas eran incontenibles, no podía creerlo, hacía cuatro (4) años que había muerto en mis brazos producto de un cáncer fulminante, y resignado la enterré 4 metros bajo tierra, ¿serán los efectos que dijeron que este fenómeno traería?, ella sin mediar palabra me invito a la mesa, había una cena servida, fuí titubeante, me senté, sirvió el vino en unas copas, el tiempo parece que se detuvo, todo era silencio, mas había una paz que nunca había sentido.
Terminada la comida y con lágrimas en mis ojos temblorosamente le dije:
¡Te he extrañado tanto!
Ella se me acercó, acarició mi rostro y me dió un beso en la mejilla, retrocedió hacia un rincón oscuro y ahí desapareció su imagen.
¿Fue todo parte del mismo sueño? ¿Una ilusión producto del cuerpo celeste en su paso por la tierra?. Lo único que sé era que así fue por una última vez, por un solo instante, pude verla nuevamente, en ese momento bajo mi vista hacia mis manos y veo como me disuelvo lentamente, no hay dolor, no hay preocupación, todo es paz, todo es calma.
Esto fue mi participación para el Primer Concurso #CuatroCuentos: ¿Qué coño pasa aquí?, fue divertido, un tanto pensativo y relajante hacer esta actividad, mis felicitaciones a @SteemitFiccion por el estímulo y la sana competencia entre tanta gente talentosa que compartió diversidad de historias, placer haber estado entre ellos.