Eres tan increíble, ¿sabes? Simplemente asombrosa. Inteligente. Graciosa. Compasiva. Amigable. Optimista. Hay muchas cosas acerca de ti que me atraen. Estoy más que enamorado, más que encantado; estoy obsesionado por ti.
Pero eres preciosa. No, eres más que preciosa: eres perfecta. Y ese es un problema. Es un problema porque yo no lo soy. Soy feo. Soy raro. Tengo acné y gafas gruesas y dientes de conejo y estoy gordo por todos lados. No soy atlético como los demás muchachos. No soy rico ni popular. Solo soy un sujeto agradable en un cuerpo de mierda.
Pero somos amigos. A pesar de todo esto, aún te agrado lo suficiente como para que te juntes conmigo durante la escuela, o después de la práctica de banda, o en el centro comercial. Nos divertimos mucho juntos. Estamos totalmente en sincronía. Es así como sé que te gusto por quien soy; por mi personalidad, mi pasión, mi inteligencia y todo lo que está bajo la fea superficie. Todo lo que cuenta.
Pero nunca podría ser tu novio. Nunca podrías estar conmigo. Nunca podrías amarme. Estás demasiado ocupada luchando contra la atención de muchachos que no se preocupan por ti de la forma en la que yo lo hago. Solo te quieren por tu apariencia, o por tu cuerpo. Solo están intentando acostarse contigo.
Por esa razón desearía que fueras más fea.
Si fueras fea como yo, podríamos estar juntos. No me importaría si amasaras cien libras o perdieras todo tu cabello. Nada de eso me importa a mí. Y cuando los demás muchachos no te estén acosando todo el tiempo, verás cuán suertuda eres por tenerme, contrario a como ves las cosas ahora.
Es por eso que tuve que hacerlo. Ni siquiera fue costoso. Solo tomó un recipiente pequeño enviado desde la India a un apartado de correo. Costó ocho dólares con el envío, y apenas me costó cincuenta dólares adicionales para convencer al vagabundo de que lo hiciera.
Te quedarán cicatrices. Lo siento, no será bonito. Pero te demostraré que simplemente no les importas a todos esos sujetos. Están detrás de ti por una sola cosa. Y yo te seguiré amando por quien eres. Todavía amaré a la chica que estará debajo de la piel chamuscada, de los músculos derretidos. Seré quien permanecerá a tu lado.
Ya lo verás. Te sentirás devastada al principio, pero yo estaré ahí para ti cuando nadie más lo esté.
Los dos seremos más felices cuando seas fea como yo.