En la mayor de mis sorpresas una distorsión de tobillo acabo de anular mi tan esperada fiesta de cumpleaños. Suerte para mi adorada esposa quien no quería aportar en tan bochornosa extravagancia.
¿Culpa del destino o la casualidad? la fuerte ventisca se asomó justo cuando estaba poniendo las bombillas en el patio.
Fue culpa de mi memoria quien siempre olvida lo que debo recordar. Una simple tarea que se juntó con los deseos de ella, para restaurar el saldo que ya teníamos pendiente.
Agradecimientos especiales a mi querido @joseph1956 por presentar esta maravillosa idea, no cabe duda que entre historias, cuentos y poemas tu eres un gran maestro.