XVIII) SI QUEREMOS GUIAR A LA SOCIEDAD NECESITAMOS SER PRUDENTES.
La Prudencia es una virtud de comando que nos ayuda a ordenar nuestras vidas y consecuentemente, nos da la capacidad para guiar, primero a la familia y luego a la sociedad. Se comprende entonces que, para poder transmitir a la sociedad la necesidad de una vida ordenada, es necesario poner orden previamente en la vida propia. Una vez logrado ésto, y a través de nuestra conducta, alcanzaremos una capacidad en la que la transmisión de la Enseñanza recibida será más que una simple plática, será una comunicación a través del alma, porque habremos adquirido el Don de Consejo, propio de esta virtud. Para poder encauzar a la humanidad desorientada es necesario persuadir, no se trata de convertir a nadie, pues El... mismo nos dijo: ¨Yo no he venido convertir sino a presentar a la Verdad¨. Sólo esa conducta equilibrada que la Tradición Iniciática propone puede hacer sentir a nuestros semejantes el anhelo de querer, ellos también, adoptarla y alcanzar así una mayor felicidad. Tenemos que hacer consciencia de que no se necesita luchar contra nadie, ni siquiera contra nosotros mismos, nuestra meta debe ser alcanzar la Sabiduría y entonces, sin lucha, se destierra el mal.
Próximamente mas capítulos, gracias por el apoyo.