En ese adiós se van los desvelos, conversar hasta que se nos cerraban los párpados, los juegos, las risas, tu perfume, tu piel, mis ganas de ti, mi anhelo, mi forma de hacerte el amor, tus besos, tus caricias, tu ternura, nuestras ocurrencias, se va todo y queda vacío, como un edificio de alquiler de locales en una calle residencial, abandonado, raído, en oferta. Fuiste la mejor mon amour, y aunque el ver que te ibas y no mirabas atrás, me hizo decirte sandeces… lo fuiste, la mejor, como te consigo, como voy a dar con un premio de consolación, el mundo es injusto con los dos, te quiero más que nadie, hiciste de mi vida algo bonito de vivir, nunca había visto que la felicidad fuera aún mejor a lo que he vivido, lo viví contigo, fue corto pero hermoso, se me pasan esos recuerdos imborrables, de todo lo que nos pasó, lo feliz que fui.
Te digo adiós mon amour y aunque no debería escribirte, lo hago, porque no puedo dejar de expresarte este amor, aunque no sientas nada por mí, siento la obligación de seguirte amando, aunque lo vea tan estupido, pasará el tiempo y mi amor seguirá intacto por ti, pero no se, eres de esos amores platónicos, irreales e inacabados, que es mejor recordar así, de lejos, así son más perfectos, sé que no te vas a cruzar por mi camino nunca más y si lo haces de nuevo, ten en cuenta que debe ser para que te quedes, no habría otra manera de explicarlo; te ame mon amour, pero quedo con un simple sin sabor en mi mente, hasta que parte esto fue verdad y hasta que parte esto fue mentira, hasta que parte me quisiste y hasta que parte sacaste provecho de mi. Además de los recuerdos, eso también me queda.
Te digo adiós mon amour, porque tú no fuiste capaz, porque no quisiste, porque aunque no debo ser yo, lo hago porque realmente te quiero, porque no quedaría mal contigo así quisiera, porque no soy capaz de hacerte el más mínimo daño... Y si, te digo adiós porque realmente te quiero, y este amor es incondicional, no hay otro igual y creo que tanto tú como yo no encontraremos con algo más puro.
