El amar se convirtió en símbolo de terror, amar se presume ya como un futuro daño a recibir, la sociedad le está dando más valor a los miedos que a los deseos.
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Si hablas con los jóvenes de hoy en día, te das cuenta de que querer una relación en serio, se convirtió en algo motivo de vergüenza, querer expresar los sentimientos es tomado como algo cursi y además anticuado.
La libertad y aquello de saber soltar se convirtieron en algo preciado que proteger, las chicas y los chicos no quieren perder la libertad, quieren relaciones vacias, sin sentimientos, donde no hayan reclamos ni peleas, pero obviamente, tampoco amor.
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Yo me pregunto si algo así vale la pena, solo diversión y sexo con la persona que supuestamente quieres, está bien eso de ser dependiente y no depender de nadie económica ni sentimentalmente pero estas generaciones se lo han tomado hasta un punto en el que hicieron desaparecer lo bonito del amor en algún momento de esa transición.
Un amigo mio siempre decía, todo con moderación, hasta la moderación y ahora lo entiendo, las personas consignan en sus mentes ciertas filosofías y las llevan hasta el límite auto convenciéndose de que son lo mejor para su vida, sin saber que lo mejor para su vida a menudo es lo que quiere el corazón y no lo que más conviene.
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Dejémonos llevar por el corazón, seamos impulsivos, amemos locamente sin pensar en las consecuencias, ¿acaso eso no es lo que nos hace humanos?
Nos vamos a equivocar y vamos a caer, vamos a llorar y tendremos que luchar para levantarnos de nuevo, pero estas experiencias enriquecen y enseñan, si no pasamos por esto no maduramos.
No le quitemos la magia a la vida, seamos humanos con todo lo que ello acarrea.