Hola comunidad, amigos, conocidos, extraños, animales y cosas. Quiero compartir con ustedes un post bastante especial, y es una realidad, mi realidad. Decidí empezar esta campaña, esta iniciativa, o movimiento y espero que se sumen todas las personas que piensen que como yo, Venezuela es única.
Últimamente he visto algunos post referentes a las condiciones que tenemos en Venezuela, como se vive o una cruda realidad para muchos. Entiendo su dolor, su pesar y su manera de pensar, pero tengo que pensar diferente, y es por que Venezuela no es todo lo que escribimos o sale de nuestra boca, en efecto, Venezuela siempre ha estado ahí, los que vamos y venimos somos los venezolanos. Entonces me pregunto y les pregunto:
Si, sé que suena difícil, pero ese país, mi país, que lo siento tanto como tú y como todos los extranjeros dentro y fuera de ella, no te hizo nada más que darte amor. Así que tú que solo generalizas sobre Venezuela, no lo culpes a ella. Y si quieres culparla, cúlpala por tener los mejores atardeceres, por tener desierto, nieve, selva y volcán, por tener el salto más grande del mundo y aunque nunca hayas ido todavía puedes ir, porque no hay arepas como las de la abuela, ni empanadas como las que te comes en la playa, porque no hay un “dios te bendiga” con más sabor que el de tu madre y porque esa calle en la que caminas es tu hogar.
Les escribo esto porque hace un tiempo tuve la oportunidad de participar en una iniciativa muy peculiar en caracas. Asistí al Calvario del Hatillo, una zona pobre de caracas, donde solo escuchas –delincuencia, robos, pobreza-, yo no pensaba así, pero igual fui con cierta idea en mi cabeza, -¿en dónde me estoy metiendo?- no habían pasado 5 minutos cuando la energía que sentí fue de tanta alegría que pedí perdón por siquiera haber pensado de esa manera. Es tan simple como que tu creas tú realidad, y yo me sentí seguro, feliz y a gusto. Así fue. La comunidad estaba tan entusiasmada con el proyecto que abrieron sus puertas, contaban sus historias; algunos eran artesanos, otros poetas, pintores y niños con sueños tan grandes como su sonrisa. Tome papelón, una sopa en la casa más alta de la todo el Calvario y una vista que te llena de vida y te hace pensar. – ¿Porque lo primero que pensamos es el peor resultado?-
Quiero que por un momento pienses en eso que te gusta de Venezuela de eso se trata esto. Que fotografíes con tu mente lo que la hace especial, algo muy tuyo… y cuando lo tengas, compártelo con todos nosotros. Porque sé que todo lo que decimos es un decreto, les guste o no las palabras tienen una fuerza incalculable y por qué no cambiar la manera en que decimos las cosas, yo sí creo que podemos sacar lo mejor de Venezuela.
Porque te lo digo de corazón, Venezuela es arte.
Y yo no dejo de am-arte.