A veces nos obsesionamos tanto con un solo problema que no podemos ver el panorama completo. En estos momentos, es útil hacernos una pregunta importante. Una pregunta poderosa es aquella que nos hace pensar, que nos ayuda a comparar y contrastar diferentes puntos de vista, y amplía nuestro propio punto de vista. La razón es clara: todos sabemos más de lo que pensamos que hacemos; pero cuando nos obsesionamos por algo, no siempre vemos las alternativas.
Las preguntas bien formuladas pueden ayudarnos a cuestionarnos y considerar otras opciones. Es por eso que los llamamos preguntas poderosas, porque son útiles y nos ayudan a reflexionar profundamente y encontrar nuevas soluciones . Veamos cómo podemos aplicarlos en nuestra vida cotidiana o ayudar a alguien más.
En primer lugar, estas son preguntas abiertas . Una pregunta cerrada invita a una respuesta "sí" o "no". Las preguntas abiertas requieren mayor reflexión. Si le preguntamos algo como: "¿Se ha adaptado bien a su nuevo trabajo?" La persona que está preguntando probablemente responda con un "sí", lo que deja poco espacio para maniobrar. Pero si hace una pregunta abierta, como: "¿Cuál ha sido la parte más difícil de comenzar su nuevo trabajo?" Luego, empuja a una persona a pensar más profundamente y encontrar nuevas respuestas que vayan más allá de la charla genérica.
En segundo lugar, las preguntas poderosas pueden ayudar a fundamentar tus emociones. El objetivo es evitar respuestas comunes que no son útiles, como quejarse o expresar remordimientos. Por ejemplo, si alguien dice: "Lo estoy haciendo terriblemente", podría preguntar: "¿Qué es lo que está yendo tan mal? ¿Puede hablar conmigo? "Al hacerlo, invita a la otra persona a identificar sus problemas para que puedan explicarlos mejor .
Tercero, estas poderosas preguntas nos ayudan a examinarnos a nosotros mismos. Por ejemplo, si lo que quiere es desafiar una noción preconcebida de algo, es útil hacer preguntas como: "¿Quién dice que tiene que ser de esta manera?" O, "¿Quién le está impidiendo obtener lo que quiere?"
El objetivo de las preguntas potentes es ayudar a una persona a analizar, evitar respuestas comunes y empujarlas a la acción. No debería sorprender que sea una táctica popular entre los entrenadores de vida, los gerentes que buscan desarrollar el talento de su equipo y los maestros que quieren motivar a sus estudiantes.
Entrenarse para hacer preguntas antes de ofrecer soluciones vale la pena el esfuerzo. Podemos rechazar las opiniones, sugerencias o consejos de otros. Pero es mucho más difícil para nosotros darle la espalda a nuestras propias reflexiones o ideas.