Hacía tiempo que esperábamos tener en nuestras manos este libro ya que Carissa Véliz es una escritora que seguimos trás una publicación que nos marcó mucho ya que en ella expresaba muchos sentimientos y pensamientos que nosotros tenemos. El libro es
Carissa Veliz expone cómo nuestros datos personales le están dando demasiado a las grandes tecnologías y los gobiernos, por qué eso es importante y qué podemos hacer al respecto.
¿Alguna vez le han negado un seguro, un préstamo o un trabajo? ¿Le han robado el número de su tarjeta de crédito? ¿Tiene que esperar demasiado cuando llama al servicio de atención al cliente? ¿Ha pagado más por un producto que por uno de sus amigos? ¿Ha sido acosado en línea? ¿Ha notado que la política se vuelve más divisiva en su país? Es posible que deba agradecerle a la economía de datos por todo eso y más.
En el momento en que revisa su teléfono por la mañana, está regalando sus datos. Incluso antes de apagar la alarma, se ha alertado a una gran cantidad de organizaciones sobre cuándo se despertó, dónde durmió y con quién. Nuestros teléfonos, nuestros televisores, incluso nuestras lavadoras son espías en nuestros propios hogares.
Sin su permiso, o incluso sin su conocimiento, las empresas de tecnología están recolectando su ubicación, sus gustos, sus hábitos, sus relaciones, sus miedos, sus problemas médicos y lo comparten entre ellos, así como con los gobiernos y una multitud de buitres de datos. No solo venden sus datos. Están vendiendo el poder de influir en usted y decidir por usted. Incluso cuando les haya pedido explícitamente que no lo hagan. Y no eres solo tú. También son todos tus contactos, todos tus conciudadanos. La privacidad es tan colectiva como personal.
La tecnología digital está robando nuestros datos personales y con ella nuestro poder para tomar decisiones libres. Para reclamar ese poder y nuestra democracia, debemos recuperar el control de nuestros datos personales. La vigilancia está socavando la igualdad. Estamos siendo tratados de manera diferente en función de nuestros datos.
¿Qué podemos hacer? Las apuestas son altas. Necesitamos comprender mejor el poder de los datos. Necesitamos comenzar a proteger nuestra privacidad. Y necesitamos regulación. Necesitamos presionar a nuestros representantes. Es hora de desconectar la economía de la vigilancia.
Si te importa tu intimidad y tu privacidad es de obligatoria lectura recuerda Privacy is Power