¿Quién no ha querido aunque sea una vez en la vida mandar a alguien al carajo?
Hablando desde mi experiencia puedo decir que hay momentos en la vida cuando la paciencia se acaba y por más que se haga un esfuerzo por tolerar algunas actitudes indeseadas de personas, hasta su simple presencia se vuelve molesta o irritante, al punto que genera sentimientos negativos y mala vibra, por decir poca cosa.
Lo cual motiva unas ganas tremendas de mandarlas al carajo y sin anestesia, pero lamentablemente no a todas las personas las podemos mandar a volar de la peor manera, debido a que convivimos con ellas y tendremos que volverlas a ver con cierta frecuencia, además del respeto que le debemos como ser humano.
Muchas veces es el miedo al ser rechazado es lo que impide que expresemos lo que en verdad sentimos.
Pero hay que entender que no se puede vivir preocupado por tantas cosas, la vida es una sola y no hay que tomárselo todo tan a pecho. Para entenderlo mejor revisen el siguiente vídeo resumen del libro Best Seller de Mark Mansonm "The subtle art of not giving a f*ck" o en español "El sutil arte que te importe un carajo"
Por sobre todo entiende que expresar emociones, ya sean mandar al carajo a cualquiera, es liberador y cerrará el circulo.