Hoy en día, la mayoría de las personas no se atreven a vivir, a ser constructures de sí mismos sino que son vividos por los demás: costumbres, propagandas, modas o el que dirán.
Formarse no es meramente aprender nuevas cosas, sino que fundamentalmente es aprender a vivir tomar las experiencias positivas y negativas y saber como actuar ante ellas, en el transcurso del camino de la vida se adquiere la sabiduría, lo que implica un proceso radical de la propia construcción y la permanente originalidad.
La transformación de una persona que ya no le importe seguir modas y siga los principios de su originalidad, no son las apariencias lo que cuenta sino los hechos, tratamos a los demás de acuerdo a su aspecto, despreciamos y nos alejamos de los pobres o de quien simplemente no se vean bien, necesitamos una educación que enseñe a ver la realidad, más allá de las apariencias.
Puede que la actualidad nos lleve a vivir una película,vivimos la vida como una actuación, pero aprender a ser originales y dejar el guión, valorar a las personas por lo que son y no por lo que tienen es el reto en el nuevo mundo de las modas, donde quien tiene más que presumir es el protagonista.