Sobre Ficciones, de Jorge Luis Borges

Ficciones.jpg

En Ficciones está El Sur (acaso su mejor relato, en palabras del mismo autor, dice la contraportada). Difiero un poco. Antes prefiero El Aleph un montón de veces (no contenido en este libro)...

Así como de bueno es El Sur, también, o más:

Tlön, Uqbar, Orbis, Tertius
Pierre Menard, autor del Quijote
Las ruinas circulares
La biblioteca de Babel
El jardín de senderos que se bifurcan
Funes el misterioso
La forma de la espada
La muerte y la brújula

La relectura de todos ellos siempre será agradable para mí, sobretodo el último mencionado.

Mucho se ha comentado (los entendidos, estudiosos de su obra) sobre los símbolos que componen el código Borgeano. Entre ellos puedo coincidir con algunos:

Los espejos
Los laberintos
El tiempo
El sueño
El recuerdo
La geometría
Las mil y una noches
La memoria
El olvido
Los ojos
El miedo

Hay también otro (tal vez no mencionado por los eruditos) que llamó bastante mi atención: el vértigo y lo vertiginoso, como una total abstracción, como víspera del acontecimiento... La abstracción de la vida, surgida como un todo que concentra un sin fin de momentos, un sin fin de sensaciones, que convergen en eso precisamente vertiginoso que es la vida misma, previa al final acontecimiento: la muerte. ¿Qué es la vida sino una sucesión de momentos? Uno y todos a la vez. El hombre es uno, y todos son el hombre. Borges decía que la muerte era "un sabor nuevo, quizá no desagradable". ¿Estaría Borges hablando del Tao? ¿Estaría Borges hablando de Dios como algo nuevo quizá no desagradable en su carácter más novedoso y desconocido para nosotros? Una vez más mi mente se posa en el decimonono escalón previo al Aleph, una esfera nueva, donde todo está, donde todo fue, es, y será.

Bravo Borges!

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now
Logo
Center