Cuando me tocó enfrentar en el mundo lo hice solo, sin religión, sin política. Sólo con una idea y el apoyo de las personas.

Rafael creció, digo esto porque son mis anotaciones. Pero yo soy el arquetipo perfecto de Rafael, su esencia vive en mi, cuando hablo de él, es porque hablo de mi, uso ese nombre debido a la conexión que existe con la religión y el cielo, pero a la vez un rechazo a los religiosos. Vaya faena la mía escribir a un mundo tan dominado por los ideales.

¿Siempre que me preguntan si creo en Dios? - Contesto de la manera más vulgar diciendo; ¡Creo en las personas, y sé que en cada una de ellas habita ese Dios. Y que muchos oran a ese Dios o divinidad o lo que sea, cuando la verdad tienen es que mirar dentro de sí mismos para conocer lo simple y lo eterno!

Entonces ¿Crees en la biblia? - Pregunta capciosa que me hacen de vez en cuando. Les digo que no, la biblia es un libro tan bien manipulado que muchos de los que lean este artículo y por su adoctrinamiento teológico dejarán un comentario diciendo lo equivocado que estoy. Pero es mi opinión, nunca tendré la razón ni busco tenerla. Hay personas con fe y otras con menos fe.

Si me preguntan si creo en los grandes maestros que han pisado esta tierra, pues respondería con un rotundo Si. Es que la filosofía de cada maestro es tan enriquecedora que llena eso que llaman espíritu. Y la verdad nunca me voy a doblegar al ideal de alguien, pero de algo si estoy seguro que hay ideales que son destinados por el bien de la humanidad.

En mis memorias y, aún lo conservo así tengo preferencia por un maestro, tal vez es más sangriento de todos, el más humilde y con un trabajo tan común pero con una vida extraordinaria que alcanzó llenar mi corazón para que yo hoy imite lo que él hizo. Ya muchos saben de que hablo de Jesús, aquel que murió en la cruz.

Buda, Confucio, Lao Tse... Todos esos grandes maestros he visto como sus seguidores los imitan y es admirable, pero mi afinidad no va con ninguno de ellos, aunque está de más compararlos. Solo es cuestión de gustos. Para que tengan una idea, mi pareja es Budista. Y practica la meditación vipassana y todo eso por el estilo, llevando un ritmo de vida agradable y lleno de armonía para con los demás.

Yo, este humilde hombre que escribe estás líneas, me conmueve y me apasionan las enseñanzas de Jesús, nunca me gusta decir como murió, sino como más bien vivió, de como según la biblia se pierde más de 17 años de vida de Jesús, cuando hay documentos históricos y veraces de que recibió enseñanzas de Lamas Tibetanos. Jesús recogió de lo mejor para dar en vida lo mejor. Y eso lo convirtió en extraordinario.

Tal vez algún día yo imite tanto a este maestro que pueda hacer cosas extraordinarias que beneficien a la humanidad.

Al igual tú, sea el maestro con que tengas más afinidad, si puedes dar algo a la humanidad, siempre serás recordado.