Nos guste o no, el color del cabello es una de esas herencias inevitables con las que venimos al mundo. Cierto que podemos cambiarlo a capricho a base de tintes, pero nuestras raíces no engañan. Que seamos rubios, morenos o pelirrojos está en nuestros genes. En concreto, en 124 que han podido ser identificados por un equipo de investigadores holandeses y británicos. Son tan importantes en la determinación de la pigmentación capilar que los científicos podrían predecir con precisión el color del pelo de un individuo solo con una muestra de su ADN. Para los autores del estudio, que publica «Nature Genetics», esto podría ser muy útil a la hora de estudiar los rasgos físicos de poblaciones antiguas o para ayudar a colorear el retrato robot de un criminal.
El color del cabello es provocado por un tipo de melanina. Los trabajos con gemelos muestran que la produccion y distribución de este pigmento tiene una naturaleza abrumadoramente herediaria, de forma que determina el 97% de la variación de color. Pero hasta ahora solo una docena de genes involucrados había sido descubierta.
Los investigadores analizaron los datos de ADN de casi 300.000 personas de ascendencia europea, suministrados por distintos biobancos. Además, esos individuos proporcionaron información sobre su color natural de pelo: negro, rubio, castaño oscuro, castaño claro o rojo.
Al comparar el color del pelo del grupo con su información genética, almacenada en varios millones de lugares en el genoma humano, el equipo identificó 124 genes implicados en el desarrollo del color del cabello, la gran mayoría desconocidos. Según los científicos, esta nueva información genética les permite predecir el color del cabello negro y rojo con gran precisión, mientras que predecir el rubio o castaño resulta algo más difícil. Esto podría tener aplicaciones forenses, como ayudar a encontrar al culpable de un crimen.
Más mujeres rubias
Curiosamente, los investigadores se han percatado de que hay más mujeres rubias que hombres rubios, lo que explican como una preferencia sexual y cultural. El dicho de que «ellos las prefieren rubias» puede ser verdad. «Nuestro trabajo nos ayuda a comprender qué causa la diversidad en la apariencia humana al mostrar cómo los genes implicados en la pigmentación se adaptan sutilmente a ambientes externos e incluso a interacciones sociales durante nuestra evolución», dice Tim Spector, del King's College de Londres y autor principal del trabajo.
Además, los investigadores creen que estos avances mejorarán la comprensión de enfermedades como el vitiligo o el melanoma, una forma agresiva de cáncer de piel. Los genes que afectan el color del cabello también influyen en otros tipos de cáncer, mientras que otros genes de pigmentos afectan a las posibilidades de tener enfermedad de Crohn y otras formas de enfermedad intestinal.