No es casual que la historia del mundo comience con la curiosidad de Eva y el goce del fruto prohibido. Los sabios que colocaron ese mito al comienzo de la historia del género humano sabían que era el centro, el punto de apoyo, el misterio de la historia del mundo, con la salvedad de que gozar el fruto prohibido no cierra sino que abre las puertas del paraíso.
(Memorias de una cantante alemana. Wilhelmine Schröder-Devrient)
Hace unas semanas leí por un amigo este extracto de Memorias de una cantante alemana, uno de los grandes clásicos de la literatura erótica europea. Apenas leí esas líneas recordé este dibujo que se encontraba en mi sketchbook desde hace unos cuantos años.
Ese dibujo fue el primero que realicé con pasteles al óleo, estaba experimentando las texturas que me brindaban los trazos y filosofaba sobre el sexo como supuesto pecado.
Este señorito es mi sketchbook de papel reciclado. No es solo ideal para pastel, también para carboncillo.
¿Por qué el supuesto pecado es delicioso? ¡Más que un pecado es una bendición! Gracias por hacerlo tan irresistible... (15 de Junio 2015)